
¡Madre mía, qué resaca! Me voy al curro en breve con toda mi buena intención, pero intuyo que algún segurata desventurado me recibirá con una ristra de oés y me preguntará "qué coño haces aquí chaval". Lo de ayer fue bonito, con un final de película protagonizado por el llorica y la periodista. Para quien no lo haya visto en directo: lo mejor del mundial, sin duda, a falta de la foto de Raúl recogiendo su trofeo como vencedor de esta Purri al mismo tiempo que Casillas: hasta tuvo el valor de catar el elixir de los campeones. Normal después de la hora y media de tensión acumulada, que es que el vasco casi se caga con tanta incertidumbre. Pos eso, a la espera de la foto del momento glorioso, ahí queda la imagen del amor verdadero. Este dura, por lo menos, cuatro añitos. ¡¡Viva Andresito!!
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